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¿Cuántas posibilidades hay de encontrarte a tu ex un festival? Si acotamos territorio, como si quisiéramos allanar el terreno en la más estricta conquista, y hablamos del Tomavistas, el porcentaje de toparte con realidades pasadas es altamente sorprendente. Bueno, la verdad es que hay cero factor sorpresa. Hace años ya bautizamos al festival de finales de mayo como El festival de los ex y este fin de semana hemos podido contar unas cuantas babas en la Caja Mágica.

Tiene su aquel porque creímos que era cosa del embrujo y la magia del Tierno Galván. Pero este año se ha cambiado la ubicación y el Tomavistas es más infalible que el Real Madrid marcando más allá del 90. ¿Qué pasa? ¿Nos conocemos todos? ¿Jugamos a la patata caliente del Grand Prix en los festivales? Madrid y nuestro squad es un pañuelo de mocos pegados y nosotros seguimos teniendo kleenex en la cola del baño y hemos compartido muchos constipados juntos.

Así que lo de que “en Madrid no te encuentras a tu ex” y que “cada vez será más difícil” es como pensar que año tras año va a haber la misma gente guapa que te cegaba en 2017 viendo a The Horrors o en 2018 viendo a Jota and cia desde el anfiteatro del parque. Ahora ni está Eric a la batería y pegas un patadón y se reproducen botas cowboy por segundo, el outfit de primero de postureo festivalero con sueños de asistir a Coachella. El festival de la gente “mayor” guapa ahora es sólo el de la gente “mayor”. Y los guapos quizás seamos nosotros o sólo unos pocos. Efectistas en acudir rigurosamente a cada Tomavistas y a encontrarnos con esas personas con las que hemos dormido, estado de chatting, o con las que hemos sido algo más que amigos de amigos. Vaya por delante que en 2016, 2017 y 2018 el Real Madrid ganó la Champions. Lo que os decía…

He leído por ahí a Iñako Díaz-Guerra, que estuvo viendo a Los Planetas el viernes, que “a veces uno va a los conciertos a ser quien fue y no hay nada de malo en ello”. Nosotros fuimos a cantar 1901 de Phoenix como cuando la pinchaban en el SOS 4.8 entre concierto y concierto y a beber mientras sonaba Papillon de Editors como cuando ponían ese videoclip en Kiss tv y hacíamos botellón en pisos compartidos. Somos (más) viejos, pero seguimos intentando ser quienes fuimos.

Aunque todo empieza a saber a poco, vamos a buscar porque tiene que haber algo más. Por pedir, que el mejor festival de Madrid vuelva al Tierno. Porque lo del Madrid este sábado está hecho.