begin again soundtrack

Dicen que el hombre de bien se viste por los pies. Yo soy más de: dime qué zapatillas calzas y veré si me interesas. También dicen que “si no fuera por la música habría más razones para volverse loco” y que hay canciones que sólo sirven para mirar a través de las ventanillas del tren.

Pues bien, yo que pensaba que desde la llegada del electrolatino y el saber que los Black Keys ahora hacen discos para follar ninguna nota lograría sacarme de mis pentagramas… ZAS! Se comenta, se rumorea por barrios en los que el dubstep y el perreo dominan los altavoces, que habemus nueva tribu urbana musical: esa gente que canta las canciones del FIFA.

Es más, también las bailamos. Las cantamos en medio de la pista mientras alzamos los brazos y meneamos las cabezas y no las caderas. Somos una generación de música de anuncio y reportajes que no necesita de Shazam. Y por eso es la banda sonora de nuestras vidas. Nos llaman Wikipedia de la música y karaokes humanos. Pero a vosotras os mola Dorian por la tórrida escena de Mario Casas en la discoteca de ‘A tres metros sobre el cielo’. Y ya os está empezando a pasar con el jingle de Orange. ¡Si hasta mi madre entona su propio ‘Our way’ gracias a la publi! Pero es mi madre ¿vale? Un día nos robáis los kimonos, al día siguiente las cadenas de eslabones, y un año más tarde estáis cantando nuestro himno del pasado verano. Vosotros lo desechareis pasados unos meses y nosotros lo rescataremos para nuestra playlist remember.

Recuerda que si no sabe tararear el ‘Cumpleaños total’ de Los Planetas, ni te empeñes en compartir iPod, no merece la pena. Enciende la Play. Él a los mandos, tú a los micros y todo irá fetén. Si juega al PRO, cierra bien la puerta al salir.