outfit de verano

Hablando con una amiga -que ya es casi internacional tras tres años expatriada- me dijo: “En España OS vestís según la estación y no por la temperatura o el tiempo”. Y es cierto. Con los 35 grados de finales de mayo no pega lucir un mini jumpsuit enseñando a medio metro de Madrid los carrillos del culete. No. En cambio, en las noches de agosto, la brisa levanta nuestro vestido Liberty y nosotras tan pichis congeladitas de frío. Con la piel de gallina, pero es que aún es verano.

Bien es verdad que estas reglas básicas de outfits vs meteorología, las wannabes se las pasan por el forro de la falda. En su it book no existe algo que se llama ‘decoro’. Los cropped top de Zumba no forman parte del street style. Los chochorts no están permitidos en el casual Friday y combina tus sandalias con pedicura de color, ¡por favor!

Aprendamos de ELLOS. Con el vaquero largo hasta julio. Nada de piratas, corsarios y ese largo etcétera de medias piernas. Porque ya sabemos que la condición sexual del hombre se mide por el largo de sus pantalones. Por encima de la rodilla, gayer on the top. De rodilla para abajo, mira esos pantalones dos veces y de también de reojo, por si acaso. A ellos les cuesta enseñar su cabellera piernil y a nosotras el blanco nuclear o el moreno flexo como solíamos decir en los años de facultad.

Toamos vuestro tiempo y no me seáis ingleses emocionados por un rayo de sol. Los preliminares (del verano) hay que jugarlos poco a poco. Y recordad que (aún) no es verano. Al menos hasta que Estrella Damm lo diga. ¿Vale?