En serio, es guapo.
¿Te enseño otra foto?
En esta sale mal.
Si la que habla es tu mejor amiga, sabemos que le darás la segunda oportunidad para que te muestre el perfil bueno de su amigo/tinder. A ella siempre. A ciertas bandas, ni te lo piensas. No todo en inglés suena mejor. Sin embargo, esto no sucede con MOURN, meu amic. Las vimos (a ellas) por segunda vez -sin olvidar a su otro líder baterista- y sentimos algo parecido a lo que nos pasa con los nuevos cracks del fútbol. Qué buenos son para la edad que tienen.
Son como esas chicas que pasan desapercibidas por OTRAS y un día, cuando los chicos del parque ya se saben su nombre, son las que molan hasta el infinito. No tienen el puto hype. Ellas piensan, luego existen. Su brain is (not) made of Candy. No han salido en spots de Estrella Damm (por muy catalanas que sean). Mira bien a su alrededor poque no verás a una crew de blogueras o viners con barba. El mejor padrino es su padre (que también tiene barba).
En los conciertos nos cuentan que un gato es el protagonista de uno de sus temas y nos hace gracia. Dicen que “jope” están nerviosas y no saben qué decir. Y se nos cae la baba que sabe a cerveza. Otras nos dan un speech sobre el roscón de Reyes y ni una mijita de jajás. Así es como se hace un sold out en La Sol de Madrid.
Como diría una amiga, “a ti lo que te falla es el marketing”. El caso es que ellas no lo necesitan. Son punk. Estética noventera sin forzar, sin un second chance de las camisetas de las Spice. Mejor de Dinosaur Jr. Nunca serán unas pijas con pretensiones de ser hippies, perdón, pijippies (sin la “h” que es lo que mola). Así que, cuando te hablen de petarlo máximo, retén este claim: Don’t believe the hype. Al menos, no siempre. Al menos no con MOURN.
Y (te) recuerdo: nosotros las vimos primero.