Hace ya algún tiempo que nos hemos acostumbrado a pedir permiso para llamar. A ver quién es el guapo y osado que se atreve hoy a marcar. Llamar a pelo se ha convertido en una especie de intromisión a la vida adulta. Tanto es así que, hemos desarrollado una capacidad innata para demostrar odio al pequeño gesto a que te suene el móvil. ¿Y este gilipollas por qué me llama ahora? ¿Por qué llama fulanita si tiene la ubicación por whatsapp?
Llamar te hace parecer tonto y un poco perdido. Un desubicado que no sabe que el texting es la nueva línea directa de comunicación. Solo se aceptan llamados de emergencia cuando algo grave o importante sucede.
Pero cuentan las malas lenguas de Tinder que existe un pequeño nicho que está sintiendo la llamada. Personas que arden en deseos de escuchar la voz de alguien con el que ni siquiera han llegado a quedar, y, si me apuras, que solo han cruzado un par de mensajes tras el match. ¿Pero qué coño os pasa en la cabeza? No hay nadie manejando el volante de las tácticas de ligue.
Y la locura va más allá. El confinamiento y la moda de quedar para vernos a través de webcams llegó incluso a que ese grupúsculo se lanzara a hacer videollamadas. Llamar cara a cara para tener las primeras citas. Mira no, el partido se juega en los bares y ya si eso, la copa se recoge en la habitación. Pero cuando ya hayamos jugado toda la Liga. No antes.
Que no se liga por teléfono. Es más, no se empieza a ligar por teléfono. Se llama cuando se muere alguien, para reconstruir la noche cuando de verdad ha pasado algo que merece la pena narrar o admitámoslo, porque te ha fallado alguien a las tantas de la madrugada. Ni siquiera se llama para decir que te casas. Se llama cuando hay confianza. Cuando ya hemos perdido el miedo a que la otra persona sepa cómo suena nuestra voz.
-¿Diga?
-No quiero que cojas el teléfono.
-Si no quieres que coja el teléfono, entonces no me llames.
No sé, igual estáis jugando a ser Pretty Woman. En ese caso –y solo en ese caso- quedáis perdonadas. Todas hemos querido ser alguna vez Vivian Ward.