Acuérdense de aquella polémica. La de la mariconez y el tiquismiquis por cuestionarlo todo. Precisamente un Miki (pero con “k”) fue uno de los que abanderaban este cambio de letra para no ofender al vecino. Al final, la estrofa de Mecano no se cambió. Ellos eran de querer vivir en la ciudad y ya sabe: Madrid o te cambia o la cambias tú por otra.
Como aquí sólo cambiamos los cromos, vamos a lo que vamos. Hace unos días, leíamos que alguna gente también confesaba que había salido (por la noche). Es más, cree que “un finde sin salir es un finde perdido”. Anda, como nosotros.
Si eres de irte de brunch o de vinitos, lo mejor es que te ponga en situación. En aquellos años de casi ponerte tanga, solía haber dos bandos. ¿Lo recuerdas? En uno estaban las que llamaban siempre al fijo para preguntar si fulanita salía, y en el otro estaban las menganitas que preferían marcarse un hoy no salgo tía muy tempranero. Un buen día, las primeras se cansaron de llamar por ese #NoEsNo adolescente y aprendimos el credo del ya vendrán o ya se lo perderán.
Y ahí seguimos. Ahora en el camino a los +1 nos ponemos obstáculos y zancadillas a nosotros mismos para no salir. Hemos probado a ponernos el jersey de montaña como camisa de fuerza, emigrar al campo a hacer détox, dejarnos la pasta en entradas para hacer cosas diurnas o quedar con el churri para cenar pizza y cerrar el ojo pronto.
Si salir de noche no compensa. Dejar de hacerlo es estar en la despensa. Salir es tener esa pertenencia al FOMO y no hacerlo es esperar que alguien se acuerde de ti un día y tu fecha de caducidad ya haya vencido. Porque vamos a ver, si hasta Carmena dice que Madrid te quiere, Madrid te abraza. Y mira que a nosotros los cariñitos nos parecen siempre una gilipollez. Pero a esta ciudad que no es para cualquiera, sólo sabemos darle a amor a sorbitos.
Así que, joder no sé. Pero quédate en Madrid.
[Bonus track]
Dicen por ahí que somos una p*** serie y yo tengo la original costumbre de ponerle fotogramas a las salidas, a las canciones y en general, a todo lo que nos pasa. Cuando me preguntan cuál es para mí la mejor serie de la historia, dudo. En cambio si tengo que ponerle nombre a esto, no dudo en ponerle el filtro, la bso y las camisetas de Historias del Kronen.