Murcia, vas de lista, vas de guapa
Imagina a un madridista defendiendo a un Atleti sin lástima. Sin ese “me da pena” que hasta el más benévolo de los merengues ha soltado alguna vez. Pues ahora imagina a unos indies bailando petardeo. Lo primero nunca sucedería. Lo segundo, sí.
[WAM, Murcia a 5 de mayo de 2017]
Fuimos a donde siempre brilla el sol con los ojos cerrados y cegados por un cartel imposible de retener. Íbamos de defensores de un trabajado legado y acabamos haciendo un flying free y desgañitando un Mujer contra mujer que lo oyeron hasta en los bares. Ojalá nos hubieran grabado.
Fuimos un mix. Una mezcla de lo que fuimos y lo que somos al volver escuchar esas canciones. De adolescencia y orquestas de pueblo y las de un fino gusto musical. Qué miedo da ser (casi) mayor joder.
Luego, ya en frío, al borde del Ham’a’cuckoo que muy pocos conocíamos, recordamos a qué volvimos a Murcia. A ser los de siempre y para siempre porque todos somos Murcia. Esta desbordante efervescencia tiene pinta de repetirse con la brisa del verano. Entonces insistiremos en decir que todo empezó casi donde lo dejamos. Con el live de Editors que nos saltamos aquel 2011.
Sin críticas. Sin malas caras. Destruidos. Pero hasta los topes de amor. Somos el reducto, coleguis. El pequeño nicho. La banda del patio. Los fieles que fueron a Murcia a redimir la memoria construida hace cinco o seis años. No somos unos sosers nostálgicos. Sino unos nostálgicos del SOS. Pero siempre podría ser peor.
Cariño, tú siempre fuiste…
Murcia, eres duro de pelar. Y nosotros también.
